Vive la historia...

...siente la esperanza

     A los niños les encantan las historias porque las viven cuando las escuchan ¿Te haz puesto a pensar, por qué los adultos les contamos historias a nuestros hijos? Sí, lo hacemos principalmente porque con ellas queremos enseñarles alguna cosa como: a no jugar con la mentira, como el pastorcillo mentiroso, o a ser esforzados, como el cerdito que hizo su casa de ladrillos, y otros valores que consideramos importantes.

     Y aunque nos parezca algo que solo sirve para los niños, Dios usa la misma técnica con nosotros a traves de la Biblia, que aunque son historias tan fascinantes como:
-el niño que derrotó al gigante,
-el hombre que abrió el mar rojo para que pasara todo un pueblo,
-el hombre de los largos cabellos y gran fuerza,
-el profeta que fue tragado por un pez, 
-el que pasó la noche en el foso de los leones, y otras,
ellas son reales y están allí para enseñarnos. Pero a más de enseñarnos lo que debemos y no hacer para vivir una vida mejor en este mundo, la Biblia tiene un mensaje dentro de todas sus historias, poesías, profecías, etc.

"Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza." Romanos 15: 4

Sí, ese es el verdadero mensaje de la Biblia:
-Hay esperanza de perdón para un pecador.
-Hay esperanza de restauración de un corazón herido.
-Hay esperanza para quien se encuentra postrado por la enfermedad.
-Hay esperanza para quien tiene la vida dominada por la ansiedad y la depresión.
-HAY ESPERANZA para mi...

     ¿Cuál es tu situación hoy? Te invito a que tomes un tiempo a solas para compartirla con Dios, para mostrarle esa carga que haz arrastrado por tanto tiempo y que ya estás cansado de llevar. No necesitas arrodillarte o cerrar los ojos, solo buscar un lugar donde puedas hablarle sin que nadie te moleste. Hazlo, vale la pena...

     Te dejo con la promesa de Jesús:
"Venid a mi todos los que estais trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas.
Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga." Mateo 11: 28 al 30