Un Padre...

    ...para todos.

    Aunque muchas personas han tratado de rehuir la responsabilidad cuando esta llega de forma inesperada, ser padres es una de las cosas más grandiosas que uno puede llegar a vivir, ver la imgen de uno mismo mezclada con la de quien ama en un nuevo ser es algo increíble, que hace que uno haga con alegría cosas impensables como cambiar pañales e interrumpir el sueño varias noches corridas...

     Podríamos decir que es una de las máximas expresiones de amor humano... pero, ¿Qué hay de los niños sin padres que terminan siendo adoptados? Recuerdo un caso en particular de uno que conociendo su situación, cuando recibía de algún amiguito alguna burla por su condición de hijo no biológico, respondía: tú viniste de la panza de tu mamá, pero yo vengo del corazón de la mía... 

     ¡Qué privilegio tener un padre y sentirse amado! Pero hay quienes no llegan ni a tener ese padre adoptivo que reemplace la falta del que ya no está ¿Será que todos somos dejados a la "suerte" en este aspecto? Pues no, la Biblia dice que no, pues Dios, sabiendo de antemano las falencias que a pesar del amor de nuestros padres iríamos a tener en este sentido, se ha hecho cargo de asumir la paternidad de todos:

"Un solo Dios y padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos y en todos" Efesios 4: 6

"Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manisfestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es." 1 Juan 3: 1 y 2

 

     Sí, no importa si tienes o no un papá en este mundo ni de qué tipo sea, Dios es tu padre por creación y quiere serlo por redención, espera para tener contigo esa charla padre - hijo que tanto nos hace falta y para que puedas sentir en su plenitud lo que significa tener un PADRE. Aprovecha hoy, ahora, porque lo bueno, no necesita esperar...