De lo desechable...

... a lo eterno



     Vivimos en el época del descartable: pañales, pañuelos, cubiertos, botellas, etc. Y aunque resulte interesante no tener que vivir lavando pañales y otras cosas, muchas veces desearíamos que algunas cosas no fueran tan desechables, especialmente los celulares, que tienen la mala "costumbre" de fallarnos en el peor momento... o esa computadora, máquina de coser, auto, cocina o algún otro artefacto del que dependas para lograr algún trabajo importante...

     Y es que tristemente esa es la realidad de los inventos humanos, no duran mucho. Por eso decimos que: "Todo lo bueno tiene un final" pero: ¿Qué pasa con los inventos de Dios?

"...porque nunca decayeron sus misericordias, nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad!" Lamentaciones 3: 22 y 23
"La hierba se seca y la flor se marchita, mas la palabra del Dios nuestro, permanece para siempre." Isaías 40: 8

     Esta es la realidad con las cosas creadas por Dios, cuando las vemos morir como a las flores o a la hierba del campo, podemos estar seguros de que volverán a nacer allí, como todo ese pasto que la gente quema y al poco tiempo nace uno tierno de entre las cenizas. De la misma forma Dios ha puesto de su vida en su Palabra y aunque haya sido perseguida y el ser humano haya tratado por siglos de acabar con ella, hasta ahora sigue allí proclamando su mensaje de esperanza para un mundo que muere, y no tan solo eso, podemos estar seguros de que seguirá allí hasta el final (Lucas 21: 33).

     Dios y su palabra seguirán allí ¿y tú? Y he allí el problema del asunto, aunque esta oferta de Dios sea permanente, la oferta de tu vida no lo es y tampoco puedes saber cuando terminará... ¿acaso no vale la pena aprovecharla hoy? Dale hoy un espacio a Dios en tu vida, sepárale un tiempo esta mañana a él y a su palabra y empieza a sentir el gusto por las cosas buenas que no necesitan terminar...

Comentarios

  1. Es tan lindo ver renacer las cosas, y disfrutar lo que es eterno es aún mejor.
    Abrazos y besos!

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