Cortesía...

...y algo más.



     Cuando nos encontramos con algún conocido en la calle, por cortesía nos preguntamos como estamos y damos alguna respuesta rápida que no siempre refleja la realidad de lo que estamos pasando, hemos aprendido a poner una sonrisa y decir que todo va bien; aunque el zapato nos apriete, nos duela la muela o no tengamos que comer ese día. Después de todo, te dio el saludo por cortesía y no le importa tu problema.

     Y aunque no debemos dejar de lado los actos de cortesía, estos no son los que deben regir nuestra comunicación con Dios. Pues no oramos solo por cortesía o educación, porque en terminos reales a eso no le podemos llamar comunicación, necesitamos realmente expresar a Dios lo que hay dentro de nosotros, en la Biblia encontramos varios ejemplos de eso, pero hoy veremos uno:

"Después de comer y de beber en Silo, Ana se levantó, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová, ella, con amargura de alma, oró a Jehová y lloró desconsoladamente. E hizo voto diciendo: ¡Jehová de los ejércitos!, si te dignas en mirar la aflicción de tu sierva, y te acuerdas de mi y no te olvidas de tu sierva, sino que das a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza."
"Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí obsevaba sus labios. Pero Ana oraba en silencio y solamente se movían sus labios; su voz no se oía, por lo que Elí la tuvo por ebria."
"Entonces le dijo Elí: -¿Hasta cuándo estarás ebria? ¡Digiere tu vino!"
"Pero Ana le respondió: - No señor mío, soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová." 1 Samuel 1: 9 al 15

     Ana había llegado a un extremo de amargura y aflicción que ya no pudo contener dentro de si y tuvo que compartirlo con Dios, y aunque es una historia maravillosa, no necesitamos llegar a tal extremo para abrirnos con Dios, podemos ir más allá de un:
"¡Gracias por la vida, salud y una buena noche de descanso!"
Cuando en realidad hay cosas de tu vida que no te satisfacen, tu salud puede estar con problemas y puedes haber pasado una noche terrible...

     Oración es comunicación, el privilegio de compartir tus problemas, intereses, sentimientos, tu vida, con alguien a quien le interesas. Pruébalo hoy, toma un tiempo para abrirte con Dios más allá de las simples repeticiones que hacemos por costumbre cada día, que salir del modo de contestadora automática puede llegar a ser algo sorprendente.

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